Pues sí, me he atrevido. Después de repasar más de 15 sellos musicales pequeños y medianos en mi podcast de Requiem Makinero, debía dar un paso que llevaba años intentando, pero que no había dado porque implicaba meterme no en un charco, sino en un océano: repasar un sello de los grandes. Bit Music se me antojaba como un proyecto futuro, titánico, que no sabía bien por dónde coger, por dónde empezar, cómo desarrollar; no sabía cuánto tiempo necesitaría, qué trabajo me representaría. Más dudas que certezas. Sin embargo, el refranero español es sabio, pues no hay mal que por bien no venga: el confinamiento obligatorio me ha obligado a seguir al pie de la letra el criterio que seguía Camilo José Cela al escribir libros: que la inspiración te pille trabajando. Si esperas a que venga, no vendrá o vendrá cuando no toca; pero si te pilla trabajando, el motor está caliente, en marcha. Y comienzas al proyecto.

La cosa, desde luego, no es moco de pavo. Todavía no tengo números concretos, pero la makina que se gestó en el sello de Bit Music seguramente constituirá más de la mitad de toda la que ha salido al mercado; al menos, si nos centramos en la makina catalana. Ningún sello puede hacerle sombra. Así que estos podcasts representan un reto mayúsculo, os lo aseguro.

Por ello, la investigación ha sido exhaustiva. He buscado los orígenes de Divucsa, he trazado un recorrido hasta llegar a Bit Music y he profundizado hasta donde llegan mis capacidades. De momento, el primer programa sólo alcanza a los años comprendidos entre 1994 y 1996, pero ya me permite sentir cierto orgullo del trabajo realizado, aunque de momento no sean más que los cimientos del edificio. Espero haber estado a la altura.

RM (#021) - BIT MUSIC! (94-96)

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