Hard Style vs jarstail

04.08.2015 20:33

Mi relación con este estilo musical ha estado notablemente influenciada por el nefasto uso que se le ha dado en las sesiones makineras de la extinta discoteca Xque? o, posteriormente, en la discoteca Activa. De hecho, durante mucho tiempo, he llegado a despreciar hasta niveles insospechados este estilo musical, o por lo menos lo que llegaba a mis oídos, que ni siquiera alcanzaba unos niveles mínimos de calidad musical. Y es que la cosa tenía bemoles. Utilizar una canción hard style acelerada hasta los 190 bpm’s como base de una cantadita makinera que versiona una canción pop infame me provocaba serios daños neuronales similares a tener el detestable honor de escuchar Camela mezclada con hardcore. Así que este estilo musical significaba, para mí, suicidio masivo de neuronas y exabruptos de vehemente ira. Nada sano para mis oídos.

Con estos antecedentes, y con la cantidad de sal de frutas que he tenido que tomar para calmar los fulgurantes ascensos de ácidos gástricos que me provocaba escuchar esa puta mierda, mi opinión general era muy sencilla: el Hard Style, o el jarstail, como lo llamábamos despectivamente, era un aborto musical, un engendro que tuvo el hardcore  newstyle en una noche de borrachera con el hard house, un detrito de la electrónica. A la vista de lo expuesto, un servidor de ustedes tuvo la genial idea de dejar de escuchar sesiones del Xque, del Activa y de sus palmeros a mediados del año 2005, por lo que pude salvar lo poco que queda de mi alma pecadora y guardar este estilo musical en la papelera de reciclaje de mi cerebro. Como rezaba una de esas podredumbrosas canciones: Drogas, no gracias.

No obstante, mi curiosidad es infinita, y como sabréis, mi atracción hacia la hez musical no conoce límites, por lo que en un acceso de masoquismo musical indagué sobre el estilo. Comenté con amigos y conocidos, busqué por Internet, y descubrí, para mi sorpresa, que el problema no era el estilo en sí mismo, sino la despreciable selección musical que llegaba a este país. De hecho, alguna canción como el DJ Activator vs Overdrive - The Noise Of Act o el Bassforce - Take you (DJ Activator remix) ya me habían puesto sobre aviso de que no era mierda todo lo que olía, así que indagué más y pude darme cuenta de que este estilo era un verdadero fenómeno europeo con una proyección similar al hardcore, nada más y nada menos. Un estilo contundente que, a su correcta velocidad y con una selección adecuada, tenía la calidad suficiente para codearse con otros estilos electrónicos con mucho más recorrido. Y que congrega a miles de personas en eventos multitudinarios como el Qbase o el Qlimax.

Uno de los aspectos que más me llamaron la atención de este estilo, una vez descubrí su origen, sus mejores canciones, su expansión europea, y su calidad musical, es su baile propio. La makina, como otros estilos electrónicos, se baila haciendo el ganso, saltando, levantando los brazos, y, en definitiva, moviéndote al son que te pide el cuerpo, ya sea con elegancia, con rabia o con saltos chimpancenpianos. De hecho, seguro que cualquiera de los que haya estado en una discoteca makinera recordará con desaprobación al típico orangután que bailaba desafiando las leyes de la física, con el rostro desencajado por las drogas o por la falta de neuronas, enseñando la suela de la bamba al resto de fiesteros y peleándose contra el aire mostrando sus connotaciones de macho alpha a las féminas de su especie. Eso, más que un baile propio, era un ejercicio de peladez. No me refiero a eso. Me refiero a un baile coreografiado, propio, con unos pasos determinados; un estilo único y con cierto desarrollo que nada tiene que ver con los bailes erráticos de una discoteca de electrónica.

Es cierto que el hardcore también tiene su estilo de baile propio, el hakken, que no tiene nada que ver con los bailes que estamos acostumbrados a sufrir en España, y que por tanto el hard style no es innovador en este aspecto. Pero el baile propio del hard style, o mejor dicho, de su subgénero el jumpstyle, ha representado un verdadero soplo de aire fresco a la electrónica europea. De hecho, incluso han creado una moda urbana, ya que para mucha gente bailar jumpstyle también consiste en un acto de rebeldía contra el sistema. Y todo ello es algo digno de mención.

Como tampoco soy un experto, más bien un vulgar iniciado, y no conozco más que una infinitésima parte de este mundillo, tampoco puedo explicaros mucho más. Os dejo a vosotros la tarea de investigación, tan gratificante como necesaria para crearos vuestra propia selección musical. Lo único que quiero poner de manifiesto con este artículo es que liberéis vuestros perjuicios, que distingáis entre hard style, sus derivados, su baile y su proyección europea, con el jarstail de tres al cuarto que se utilizaba como base de makina infame y que hemos tenido el dudoso placer de conocer por medios más cercanos. No caigamos en esa trampa.

Y para muestra, un botón:

Headhunterz - The Power Of The Mind 

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