Granollers On Fire (#038) - Ophidian
Ruido. Cuántas veces lo hemos escuchado. Estridente. Puede ser, pero yo he dormido con esta música de fondo. Violento. Y qué no lo es, tratándose de un producto humano. El caso es que todos estos epítetos son un lugar común que cualquier persona totalmente ajena a la música hardcore le atribuye. En ocasiones, no te queda otra que darles la razón; sobre todo, si nos referimos a algunos productores nacionales o a algunos productos extranjeros que dejan mucho que desear. De hecho, yo mismo me alejo bastante del hardcore mainstream actual que tanto abunda en festivales holandeses, ya que en no pocas ocasiones se rozan niveles de comercialidad insultantes para el estilo, sin olvidar que suelo detestar el frenchcore y los bombos que se asemejan a la ventosidad de una vieja. No todo el monte es orégano.
Sin embargo, en cuanto profundizas de verdad en el estilo, sin necesidad de tener que retrotraerte demasiados años, eres capaz de encontrar música en mayúsculas, a pesar de que tu contacto con el productor o el tema en cuestión haya sido de lo más prosaico. Al final, da lo mismo, pues lo importante es la chispa que enciende la llama. Y eso es lo que me ocurrió con Conrad Hoyer a.k.a. Ophidian. Este productor me llamó la atención desde que escuché por primera vez su Butterfly en el año 2004, pero no había indagado más sobre él hasta que, hace poco, me topé con una producción suya que me rompió los esquemas: Abandon. Para mí, escuchar este hardcore de otro planeta, fue una absoluta revelación. Necesitaba más. Quería saber más. Escucharlo todo. Y me puse a ello.
Lo que descubrí es que, cuando aúnas en una misma persona talento, personalidad, ganas de superación y conocimiento musical, como atesora Conrad Hoyer, y le proporcionas un hábitat en el que pueda desarrollarse sin más limitaciones que sus propias capacidades, como permite Enzyme X, el jardín florece, el árbol crece, la crisálida se rompe. Y este joven holandés, pupilo aventajado de Ruffneck, es uno de los mejores ejemplos que puedo encontrar de cómo puedes convertir ese mal llamado ruido en arte. Os invito a que lo descubráis conmigo a través de este podcast homenaje a sus 23 años de carrera musical.
Vienen curvas, aviso.
TRACKLIST